Camino aun sobre la tierra incierta. Dejando florecer las miradas perdidas en los horizontes invisibles. He descubierto que la vida es así de efímera, donde un beso pasa tan rápido como los años y la muerte se asemeja más como un mal momento. Herida abierta en la dermis del alma, amor que nos nace desde el centro del ser más miserable. ¿Qué es peor? ¿Qué viva en la miseria o que la miseria viva en mi?. Me alejo de mi confortable aposento de paz, me arrojo a esa tierra de nadie, a vagar como un espectro digno del miedo constante.
Tengo miedo, más tengo fuerza de besar una vez más.
Que la muerte y los años son como gotas de lluvia que caen una vez en la vida.
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