Al sancarlista no le es indiferente…
La ignorancia y la indiferencia es un mal que no se cura en
un año, ni en treinta y lamentablemente este es el verdadero opio de los
pueblos, el desconocer del por qué de una lucha es como caminar voluntariamente
al matadero.
En el campus Central de la Ciudad de Guatemala había una
manta que citaba “En Guatemala si hubo genocidio; Al sancarlista no le es
indiferente”.
Pero, ¿qué tan cierto es esto?
La
universidad de San Carlos de Guatemala al ser declarada autónoma posee ciertas
libertades que han favorecido a que la misma se haya convertido en un bastión
importante en pro de las causas sociales que durante cientos de años han
surgido y siguen surgiendo. Causas por la cual más de un docente o estudiante
es recordado cada lectura de boletín alzando el puño izquierdo y exclamando
fervientemente - ¡PRESENTE!, como muestra de que siguen entre
Cada
época es diferente y aquellos oscuros años de conflicto y represión por fin
pasaron, más no quiere decir que se terminaron los problemas, aun vivimos bajo
la sombra de los males que aquejaron a nuestros padres, males que se rezagaron
en el mismo sistema, ganando fuerzas para resurgir como fénix maldito de entre
las mismas cenizas que un día no pudimos limpiar.
Males
que se han ido acrecentando día a día, y que han afectado a mas de uno, pero
lamentablemente la fuerza vivaz que poseía el estudiante se ha visto menguada
por las imposiciones mismas que nuestra forma de vida ha adoptado, la
acomodación, la aceptación como natural y la indiferencia hacia cada uno de los
problemas que han surgido han hecho que ese espíritu libertario y justiciero se
haya opacado; la mayoría alega ignorancia de los acontecimientos como vil
excusa de no formar parte del cambio, de no quererse informar.
En
pleno siglo XXI no existe excusa valida para justificar la ignorancia de las
cosas, cuando vivimos en una sociedad donde la mayor parte de la población
estudiantil tiene acceso a la internet, donde casi todos poseen una cuenta en
una red social, donde las facilidades de obtener y compartir la información se
han multiplicado grandemente; existe suficiente material como para quitarnos la
venda de la ignorancia y tomar valor para poder forjarnos nuestro propio
criterio, dejando de lado la vaga información que el sistema impone, tenemos
las oportunidades para crear un criterio digno de ser respetado, donde sepamos
los por qué de la lucha, qué efectos tendrán en nuestra sociedad y si es
conveniente apoyarla completamente o exigir mejoras en las políticas de
organización.
Desde
la problemática minera, la hambruna en el país, los problemas educativos, el 5%
del presupuesto universitario, el juicio por genocidio, las fallas
institucionales en nuestro gobierno, la impunidad, la violencia, la reforma
universitaria y todos los demás problemas que asfixian a nuestra bien amado
país, nos competen como estudiantes, como pueblo de Guatemala es nuestro deber
informarnos y luchar por las causas justas, exaltar ese sentimiento de
justicia, mismo que defendieron y murieron tantos universitarios en épocas
pasadas, porque ¡Al sancarlista no le tiene que ser indiferente!.
David Rosales.
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