Nadie es testigo de mi miseria,
más tuve en mis mejores días una bella sonrisa
Que sutilmente irrumpía en la oscuridad de mi alma.
Hoy soy nuevamente un espectro,
Un recuerdo omnipresente en la faz de la tierra,
Soy solamente una sombra,
Dibujando las siluetas del destino
Reclamo entonces,
el deseo,
el derecho
y las crueles ansias de ser una oscura estrella.
La estrella de la creación.
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