Suena el violín a medianoche,
Y las fragancias
dulces de tu cuerpo flotan.
Me llamas con una
voz sutil y cautivante,
Que bese tu
espalda y acaricie tu cara,
¿Te aprovechas a
caso de mi honorabilidad?
Me tratas como un
esclavo y mártir de tus deseos.
Lentamente,
arrancas el vino dulce de mi boca,
Me dejas en una
sed eterna,
Con paciencia,
trato de robar el rastro de vino de tus labios,
Esta amargo y
rancio, me quedo con sed.
Correré a los
brazos de mi progenitora,
A quejarme de tus
malos tratos,
A buscar consuelo
en un fantasmal regazo,
El sonido de su corazón
apaciguara mi temor.
Y con una fuerte
tonada de guitarras españolas,
Correré hacia ti,
como en una película,
Donde el soundtrack
inspira a los héroes,
A vencerte de una
vez y para siempre.
Al verte, te
arrancare todo el vino que me has quitado,
Sentirás la ira de
un amor dulce,
Más no tocare tu
cuerpo ni tu esencia (soy un caballero de verdad),
Sera una venganza
irracional.
Estoy seguro, que
al llegar,
Me darás un tiro
de gracia,
Caerá lentamente,
y con Norwegian Wood de fondo,
Moriré lentamente,
viendo al cielo, felizmente.
Sera una buena película
amor mío,
¿Te parece si
empezamos con el guion?
Yo digo que sonrías,
Que mi vino es el
mejor.
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