Solo vine.

Ya me voy,
Solo vine a decirte adiós.

Vine a ver tus ojos una vez mas,
A escuchar tu voz rompiendo el tiempo.

Yo solo vine  a ser egoísta por vez ultima
A decirte mi amor, a sabiendas que nos eres mía.

Vengo a ritmo muerto,
Desde la marañana perdida,
Cumbre de esta ciudad vida mía.

Otra vez egoísta,
Que ni Dios es mio.

Todo es nuestro,
Nada es mio.

Total,
Deja este cuerpo que no  te pertenece,
Aléjate de esa boca insana,
Que perturba vuestra mente.

Solo vine a ver tu sonrisa,
Y entre pensamientos difusos,
Un abrazo la mejor despedida.

Solo respiro y digo la verdad,
Pesa el deseo constante de estar vivo.
Ahoga el deseo de quedarse quieto,
Nos vemos, querida.

La Felicidad.

Recuerdo alguien que decia: - Busca la felicidad.


Me doy cuenta que esta persona tiene fallas en sus motivacion.
Uno no busca la felicidad.
La felicidad es un instrumento que se crea,
La felicidad como un artesania tipica bien vistosa,
Se elabora a manos finas con el sudor de tus ser,
Se moldea con tus ojos cansados,
Y se besa al terminar.


Uno no nace feliz.
Considerar, que al nacer el ser humano corresponde una carga para la femina de la especia, tal como un parasito que se adentra dentro de su ser y vive de ella, sin darle mas que puros mareos, dolores, antojos, vomitos, dolores de parto, etc.
Eso desde el punto de vista de la femina de la especie, que sufre. Pero al ver al que antes llamamos simbiote parasito, ella le da un nombre mas sutil y mejor conservado ¨Hijo¨. Y en ese instante se crea la felicidad. Ella hace la felicidad, ella obtiene la felicidad, ella dio felicidad.


Desde el punto de vista del simbiote. 
El parto es de los momentos mas traumaticos de su existencia, y ese trauma lo acompañara durante toda su busqueda en la materia prima de la felicidad.


Ahora les pido, imaginar que tienes una cama comoda, con calefaccion, comida abundante y a vuestro gusto. Te acomodas, te rascas, duermes. Y de musica de fondo siempre sonara el latir constante de un corazon, que por alguna u otra razon te calma, y no pagas renta.


Tienes una vida placida por nueve meses, y de pronto una fuerza extraña que llaman vida, con ayuda de un par de manos ajenas a ti, te sacan a la fuerza del utero materno, del vientre placentero, del hogar comodo y libre de renta. 
Te empujan a un mundo ajeno, incierto, y bullicioso. 
En este punto no hay felicidad. 
Por eso cuando los niños nace,
Lloran antes de reir,
Su llanto esconde dolor y otros cuantos insultos a los medicos.
En ese punto no hay felicidad.


Pero con el pasar del tiempo el simbioto-parasito que llaman hijo, se acostumbra y la felicidad es ahora otra.


Cada dia, cada minuto, cada instante, uno hace su felicidad, uno da felicidad, uno es felicidad.
Y lejos de leer esto con acento gutural, tal cual Cortazar en sus obras, o leerlo de manera pausada para dar suspenso. Leerlo bajo un estado lucido y ajeno a toda tristeza.


En fin, dar vida es ser feliz, nacer no es siempre feliz, pero la felicidad esta alli en nuestro camino, lista para que la hagamos. 

Hijo de libertad, hijo de ave cantora.

A mi la libertad me hizo una mala pasada. La perdone y ahora soy una dulce ave cantora del paraíso. La libertad me dio un beso y de pago por la jugarreta vieja, le hice un hijo. El vástago de nuestra relación perdón-rencor lo llamamos Anarquía. Porque el hijo de libertad y cántico, o acepto ser libre y no acepto ser cantor. El quiere ser hombre y no cantar, quiere ser hombre y estar enjaulado. Pero para mientras es un ave cantora y libre

Asi como vos te das cuenta de la distancia.

Asi bajo las piedras morales,
Asi bajo el silencio furtivo,
Asi como la lluvia acida,
Asi como tu sonrisa.

Morena de ojos pardos,
Canta tus cumbias caribeñas,
Que yo ando de paso.

Con tu paso firme y distante,
Coges fuerza en tus dedos,
Y acarias mi cuerpo,
Quemas mis deseos vivos.

Y ese tu vavien acustico,
Llena mis ojos de lagrimas,
Que con sonatas desgarradoras,
Añoran mi patria soberana.

Ahora que a miles de pasos ando lejos,
Beso en forma de consuelo la tierra humeda,
Que en todas partes sabe igual,
Que huele a recuerdo amoroso.

Querer besar tu esencia,
Es imposible,
Como dije, tu paso firma y distante,
Te aleja de mi.

Asi como ves,
Asi como siento,
Asi como arde,
Asi como llora la vida,
Asi llora mi reucuerdo morena mia.

La nada odia a los poetas.

Cuando los poetas no tienen nada, nada, nada. Es cuando realmente se dan cuenta que son poetas. Ya que el poeta que tiene nada, convierte esa nada es un algo, porque la nada de forma poética es algo y tiene sus versos únicos, y estos son algo y dejan de ser nada. (Aun así la nada odia a los poetas, por arruinar su existencia)

Ojos lejos de ti.

Tengo un par de ojos en la gaveta,
Son diferentes a los que uso a diario,
Son especiales.

Son de vision nocturna,
Para encontarte en plena noche,
Son de vision de calor,
Para notar tu pasion rapidamente.

Tengo un par de ojos,
De otro color a los mios,
Son negros azabache.

Pero,
Yacen aun en la gaveta,
Esperando ser usados un día de estos,
Ojala funcionen.

Para mientras esos ojos están allí,
Lejos de ti.

Una toma después.

El sol se muere a palos,
Ya puedo ver la sangre brotar de las nubes.

El sol se tiñe de ocaso,
La lluvia lo acaricia levemente.

Quien se da cuenta de su sufrir?,
Nadie ve morir al cielo.

El minuto tres de la grabación,
Pone fin a mi impotencia visual.

Una toma después,
El cielo ya ha muerto.

Al final, de la sangre rojiza,
Solo queda una leve mancha al horizonte,

Todo lo demás es negro,
Oscuro y lleno de cicatrices brillantes.

Estrellas.

Pardos burlescos, coles asesinas.

Seriamos color de dulce olvido,
Quedariamos los dos desnudos en un mar,
La salinidad de nuestros cuerpos,
Opacaria el alma y secaria pasiones.

Ya el cielo rojizo de la noche,
Quedara pardo de tanta risa,
Se burla de la imaginacion retorcida,
Se burla de vos, se burla de mi.

En una rafaga de coles
Enormes, verdes y escarolas
Asesinamos al pardo cielo.

Reimos vilmente comiendo nuestros corazones,
Secos, salados, pero con un sazón esplendido.

Estoy casi seguro.

Estoy casi seguro.


Se claramente que del otro lado de ese jardín opaco e infinito que separa nuestra vidas inmunes, yacen tus piernas largas, finas y morenas cruzadas entre si como dándose una abrazo, escondiendo de la mirada curiosa de aquellos que buscan tu ser mas intimo. Se también que la banqueta de piedra grisácea, fría, seca, y de cierto modo monótona que habita en el jardín opaco, tiene la gran suerte de sentir tu cuerpo sobre el. De una forma u otra tengo la certeza que del otro lado del jardín, del lado derecho de la banqueta se podrá sentir de manera extasiante el leve y dulce aroma de tu colonia de rosas. Tengo la gran certeza que al irte tu, la banqueta monótona y gris se quedara tibia.
Me doy valor y saco de manera galante mi gallardía poética y el instinto burdo de macho conquistador sale a flote, camino a pasos sutiles y lentos por el jardín opaco. De ti y de mi el tiempo que nos limita es inexacto y la distancia mínima y absurda.
Al llegar a la banqueta gris y monótona, me doy cuenta de que te has ido, me doy cuenta que estuviste allí, con gran certeza aseguro que esa noche como anima en pena te mostraste ante un ser débil y bohemio.
La tristeza ocupa el lugar del miedo, toco con la punta de los dedos el lado izquierdo de la banqueta monótona y grisácea y me doy cuenta de lo inevitable, esta fría. Ante tal decepción con la poca valentía que me queda ocupo el lado derecho de la banqueta gris, monótona y ahora fría.
Estoy casi seguro que a mis fosas nasales llega el delicado y dulce aroma de una colonia de rosas.


El reloj marca las 3:00 am.

Frida yace bailando

Me quedo inerte, pensante, dudoso,
Al norte del sol yace Frida bailando con su pierna buena.
Adieu.


Quizás mañana, 
me acerque a su odio,
Y te comente la oda máxima. (tu suspiraras y yo como buen amante me voy)


El eje transmutador de mi sentir,
Yace unido a tus pies descalzos. 
Tu vas delante de mi en un camino largo. 
Yo te sigo al fin del mundo.


Las casas del fin, 
Son frías,
Esa es tu excusa excepcional,
Y así poder abrazar mi cuerpo desnudo,
Amarnos en el cosmos.


Me quede con la duda de ver bailar a Frida con su pierna buena. 
El norte yace muy lejos del fin. 
Sinceramente todo yace muy lejos de mi.

Abril de astronautas inmolados.

Me han pedido explicación del porque avanza el tiempo,
Porque la lluvia anormal invade las calles,
Porque Cristo no baja de esa cruz de yeso,
Simplicidades de abril.

Las poesías en estos meses, se pone tiesa,
La mano pensante y parlanchina,
Sufre de pánico escénico,
Y decide ahorcarse con varios versos impulsivos.

Siento el vaivén de las hojas (me tiembla la mano)
Las teclas de una maquina de escribir imaginaria,
Golpean la superficie terrestre, una vez y otra y otra.
Escriben tan fuerte y de manera constante lo mismo.

¨HOY NO ES MARZO¨

Reniego la idea de que es abril,
No me adapto a ese cambio.

Quizás sea la idea de odiar el verano,
Quizás sea el miedo de que mi padre envejezca,
Quizás sea la contaminación acústica de la muchedumbre,
Quizás, quizás. (esta palabra se repite en este mes)

Me siento, me levanto,
Me rasco la barbilla, me huelo la mano,
Me hurgo la nariz, me peino,
Tomo café, ¿te beso?

El día negruzco y asqueroso,
reflejado en el cielo carmesí de la vagueza,
Me dice sutilmente,
- Es abril (tedioso)

Al ver el reflejo del cielo,
En un charco de agua de lluvia,
Me di cuenta de algo,
Un astronauta se suicida,
Salta y a diez mil metros,
Se inmola o se prende fuego para los incultos.

Abril,
apenas 4 días,
Y ya me torturas.

Los mortales tardan.

Los mortales tardan en sentarse, 
Lo mismo que el aire en ocupar las butacas,
Por eso los malos aires,
Se manifiestan mas en los conciertos. 


Los acordes desgarrados de un libro de colores,
Se equiparan al sonido perpetuo de una campana,
Aquella mística e hipnotizante melodía,
Helados, helados.


Hemos decidido no trasplantar cerebros,
En el peor de los casos,
Hayan mas genios que fruteros,
Y los fruteros sin fruta,
Se quedarían sin empleo.


Una vez un frutero.
Presto unas frutas de modelos,
Estas posaron desnudas,
Para un calendario epopeyico,


Antes del flash lomografico,
Las frutas sintieron pudor,
Salieron en carrera maratonica,
Desnudas, huyendo del reflector.

Los mortales tardan en pensar,
Lo mismo que tardan en sentarse.

Abismo

El infinito aguarda en quietud, el salto a la libertad carcome tu escencia, y el abismo no es más que una grieta en el pasto.Ya el silencio eterno, solo complementa la oscuridad del cielo.
 -Querida, eres hermosa. (tu solo suspiraste) 

Ya sin vida el cielo, y tras tu abandono, he decidido trasplantar las flores mutantes de Van Gogh al que fuese nuestro jardín. Al amanecer, la blancura de tus ojos acompañara al funesto ruido de las aves.

-Querida, yo te amo. (tu sonreíste) 

Yo, me evapore. 

Ya del abismo, solo la grieta en el pasto verde, y en el infinito yacíamos los dos inertes, amándonos en el cosmos, el ronroneo del gato, rompió mi sueño eterno. El nos mira de manera extraña, Creo que somos una creación de su mente felina.

Ese animalejo era el que vivía al fondo del abismo, Al caer en su fauces, hizo de mi muerte un trayecto ameno al infierno.

;)

Al final el tren se detuvo, el tiempo se detuvo, la soledad se detuvo, el silencio se detuvo, el amor se detuvo, la monotonía se detuvo, el caos se detuvo y su larga melena se detuvo. Todo pareció quedarse congelado en un mismo espacio-tiempo. (ella le apachurraba el ojo de manera insinuante)

Mantra

Cuando quedo en coma, repito un mantra especial: ¨Lo que es dulce es dulce, y lo que es salado es salado¨ con una respiración artificial de 3 tiempos. Al final cuando como una avellana agria, mi cerebro dice ¨Lo que es dulce es dulce, y lo que es salado es salado¨ y todo me sabe bien. Por eso cuando me case en Viena en el año de 1984, (por la fuerza por cierto) mi mente, cerebro y corazón repitieron artificialmente 3 veces ¨Lo que es dulce es dulce, y lo que es salado es salado¨ Y así el divorcio me resulto placentero y la vida en la cama fue estupenda. A sabiendas que ella no me amaba y yo tampoco a 
ella.