existen

Hay mujeres que son kamikazes armados de cólera insensata,
Se estrellan una y otra y otra vez en el mismo sitio,
Se estrella deseando buen viaje,
A sabiendas que el fuego ha derretido las piernas.

Hay mujeres que se vuelven ácido y diluyen los silencios,
Envenenan de a poco la vida,
O bien, lo poco que nos queda de ella.

Hay mujeres que son agujas,
Besos llenos de formol que se clavan en el cuello,
Penetra el liquido amoroso que entiesa el cuerpo,
Mi alma se queda tiesa de a golpe.

Hay mujeres que son todo,
Y esas son las que realmente matan,
Se van un día sin dejar papelitos cualquieras,
y nosotros los sumisos, nos morimos.