Salio corriendo,
La cara le echaba fuego,
Gritaba y gritaba,
Solo se habia quemado las pestañas.
Sentia rabia,
Lo prendian en llamas,
Lo sacaban a escobazos,
A empujones y coscorronazos.
A ese diablito,
oculto entre las sabanas,
Perdido entre el polvo,
de los pecados roñosos.
Lo echaban del hogar,
Lo mandaban a una guerra campal,
Cuetes y canchinflines lo buscaban,
Imagenes de el eran quemadas.
La gente lo burlaba,
Solo ese día se animaban,
Pinche siete de diciembre,
Eso pensaba.
Con las pestañas quemadas,
El ego oculto bajo el brazo,
Caminando y caminando,
El espectaculo se queda mirando.
Que buena fiesta dice,
Por lo menos se acuerda,
Ese día gana mas pecados,
Mas gente se esta llevando.
Se rie de los arboles que lloran,
Se burla de los rios envenenados,
De la contaminacion extrema,
Del pecado contra la tierra.
Sueña y piensa,
Que en estos tiempos,
Tiene ganas de llevarse,
un ambientalista, de esos buenos.
Como no encuentra uno,
Junta sus papelitos,
Jala la bsaura social,
Y les prende fuego sin vacilar.
Quemense, Quemense,
Que venga el Smog,
Total que la gente,
Nace de a monton.
Quema del diablo,
contaminacion segura,
Quemazon de pestañas
le dejan a ese guarura.
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