La memoria de la noche solo se deja iluminar por la tenue risa del sol a medio cielo,
Ahogado entre gotas sangrantes de las nubes pomposas,
Se desangran las palabras de una luna ezquisofrenica y muda.
Así para cuando sea la noche antes de zarpar a la mar,
Las corrientes de mañana sean más suaves al volver la noche,
Porque la luna muda y loca,
No podrá ordenarle a Neptuno que juguetee con las aguas.
Y así la memoria solo saldrá a flote cuando estemos lejos,
Muy lejos y el sol a medio cielo se le insinué,
Para que durante el eclipse se hagan uno.,
Sean infieles cada quien a su cielo.
Y nosotros,
A salvo.
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