El reflejo de su sombra en el espejo,
La camisa roja
denotaba su presencia,
La tarde al ocaso
abrazaba,
y la novia vestida
de blanco,
En plena carretera
esperando.
En la plena muerte
del día,
El de la camisa
roja al norte,
Y la novia de
blanco al sur,
La distancia como
un cuchillo filoso cortaba el amor.
Corriendo ambos a
encontrarse,
De norte a sur,
Los abrazos de pasión,
el viento los recibía,
Para que llegaran más
rápido,
a las respectivas
vidas.
Vamos a echarle
cariño al agua,
La vamos a envenenar
con amor,
Para que cuando la
tomen,
Entren en trance y
su viaje sea más veloz.
Ella tomo el agua,
y se sentó,
El la negó, se fue
en un carro negro,
Para ir a
encontrar a su amor.
De copiloto
llevaba la vida,
la libertad le ronroneaba,
La infidelidad al oído
le susurraba,
Para que de la
novia se olvidara.
La noche cayo,
El lleno de besos
a la vida,
Traiciono a la
amada por segundos,
Y
se arrepintió por todo el mundo.
Ella espero hasta
al amanecer,
Cuando el sol
pego, se evaporo,
El llego tarde, y
en tristeza,
Solo lloro y se desvaneció.
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