El perro corre sobre la densidad de un océano seco,
Corre velozmente, como volando en un sueño,
Su pelaje se mece con el viento.
Su rastro parece pintado como un oleo,
Sus ojos miran mas allá del horizonte de los muertos,
Y su constante jadear, se vuelve una tonada, junto al silencio.
El perro corre al final de los días,
El desierto es la última parada antes de llegar al sol,
La fineza de la arena, en millones, es la población,
El perro pisa cientos de humanos convertidos en granos de arena.
Corre, Corre y Corre.
Jadea, jadea y jadea,
Habla, habla y habla.
El perro corre por vez última,
Salta y devora al sol,
Explota en gotas de lluvia,
Se funde al océano seco del adiós.
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