Sale con un vestido negro en abril,
Y la salinidad del dolor ajeno,
Le cubre los oídos con una pelusa rojiza.
Sin mas que unas monedad de juguete,
y unos chocolates sacados de la boca de una esfera.
Sonrió al cielo.
El niño camino tres pasos en pleno parque central guatemalteco,
Y corrió para perderse para siempre en París.
0 comentarios:
Publicar un comentario