¡Mercí a tout!

Es extraño que ustedes no vean las cosas como las vemos nosotros los miopes al despertar el sol cada mañana, sin importar que sea martes o jueves, es extraño.
¿Qué veran ustedes? me pregunto, que mostraran sus ojos insanos.
Nadie ve acaso las palabras que toman autobuses, o las firmas retorcidas que montan a caballo para llegar a firmar su boleta de trabajo, sentarse en el inodoro y escribir diez versos, dos haikus y cinco canciones por día.
Cuanta monotonía amor.
Aprendamos a besar en otro idioma.
Quizas asi sepamos que es viajar sin movernos de la banqueta helada del parque, quiza asi veamos el mundo con solo pestañar, quizas nos salga barato el trip.
Sin necesidad de tanta mota existencial, inhalamos oxigeno, fumamos irrealidad.
Inhala paz, exhala amor.
Querida, ves que me quedo ciego.
Querida, te das cuenta acaso de mis ojos.
Creo que te quedas miope.
Sera acaso que al fin has visto el resplandor muerto de mi cuerpo fisico.
¿Me seguiras hasta lo onirico e irreal?
Por que, yo te sigo hasta el fin del mundo. Acá a la vuelta.
Enjuagate los mocos, limpiate los ojos, empañame el alma.
Revive el recuerdo de nuestros sueños y metelos en esa maleta de los años 30 de tu abuela.
Te doy tu abrazo.
Esperame.
Esperame, esperame, esperame.
¡Mercí a tout!