Esas calles miserables que se llevan las lagrimas de los mártires de labios ajenos.
Ciudad de miseria, ciudad de caos, ciudad de locura, ciudad muerta.
Asi empieza el ocaso a llenarte de sensualidad, las espinillas florescentes de tu piel se encienden en luces de neon moribundas.
Los tatuajes graffiteados de tu piel, son lienzo maldito de las consignas estupidas de la juventud idolatra.
Ciudad de noise inquebrantable, ciudad de miedo, vestigios del olvido senil.
Yace a tus piel los trajes típicos, los sacos y las colillas de cigarros de tus pulgas y acaros infames.
Que sentido tiene caminar en reversa por la doble vía de una ciudad convaleciente. Se encamina el gran ave con el sombrero roto.
Se rasca el calcetin sucio, y mira en panoramica orientada en 6 grados de manera perpendicular. Sonrie vulgarmente y se encamina al sur.
Ciudad de perros llorones, ciudad de gatos gritones, ciudad de pulgas y acaros ebrios. Ciudad de recuerdo. Sensual baile de la noche.
Merci a tout!
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